LIGA 2005 - 2ª JORNADA: ExA 1,5 - Círculo Ferrolano 4,5
Llegamos llenitos de ilusión a la segunda de las rondas en la andadura por la División de Honor. Tras el buen sabor de boca de la victoria de la semana anterior, nos pusimos a prueba ante uno de los equipos de la teórica mitad alta de la tabla, el potente Círculo Ferrolano, que venía de endosarle un tremendo 5-1 a Bóveda. La verdad es que el match era de los que nos gustan, porque salir de víctimas siempre nos libera de presión, y la verdad es que, mirado tablero a tablero y con un poco de optimismo... pues hasta contábamos con un posible pelotazo (aunque, la verdad sea dicha, éramos muy conscientes de que si los que andaban finos eran ellos, en vez de dar el pelotazo podíamos quedar en pelotas).
Al final, 1.5-4.5 y nos quedamos sin ganar partida... Sin que sirva de excusa, en la 'sala de análisis' de la parrillada empezamos a sumar horas de curro y desplazamiento, y ya es curioso que, siendo locales, jugásemos menos descansados que nuestros contrarios. Esto sólo nos pasa a nosotros (como la mayoría de las cosas que nos suceden: ¿recordáis que un año conseguimos quedar últimos con el 41% de los puntos?).
Entrando en lo que fueron las partidas y en 'lo que pudo ser y no fue', que tanto nos gusta, la verdad es que el sabor que nos dejó el encuentro fue muy habitual: mirando las posiciones y lo que fueron las partidas debimos haber sacado más con rachas de bastante más, pero al final casi tenemos que darnos por satisfechos, porque aún pudo haber sido peor. En el primer tablero, Antonio lidiaba con un Miura de primera, Jacobo Caselas, que volvía al que fue su club estrenando título de MI, el primero de la historia del ajedrez coruñés. La partida fue durísima, una Francesa donde el blanco tenía muy mal final por sus debilidades crónicas en el FD, pero, citando al gran Tarrasch, 'antes del final, los dioses han puesto el medio juego'. Si añadimos por nuestra parte que un poco más allá del FD, los dioses también han puesto un FR, y en él tenía nuestro jugador puestas sus esperanzas y sus piezas, tendremos un cuadro aproximado de la dirección de la lucha. Al final, fue el dios Cronos el que se nos puso en contra, y, entre Jacobo y el tal Cronos ese, el punto se fue para Ferrol, aunque Antonio seguía rumiando horas más tarde que el resultado pudo haber sido muy distinto...
El segundo tablero fue una tortura para Tomás, que se enfrentaba a Manuel Bueno, cuyas partidas le califican casi siempre como jugador bastante ídem. Al poco rato, el de EXA se enfrentaba a la vez a su rival, a la gripe y a una fea debilidad en 'f7', con lo cual la cosa no pintaba nada bien. A base de casta y de simplificaciones, sin embargo, se retuvieron algunas posibilidades de mantenerse en la partida, pero un error táctico bajo la presión del tiempo precipitó el final.
De mi partida contra Rodrigo Cubero todavía no sé si debería haber salido contento o no, la verdad. Contra la costumbre habitual, decidí permitir un 'duelo teórico', del que, como casi siempre, salí sin ventaja alguna. Sin embargo, unas maniobras posteriores hicieron gravitar la lucha sobre el tema de la pareja de alfiles y la casilla clave 'e5', de lo que parecía que saldría beneficiado, pero en el momento crítico cometí dos errores tácticos importantes y la posición pasó de 'posiblemente ventajosa' a 'extraordinariamente complicada' y a 'escandalosamente palmeras'. Pero, justo cuando Rodrigo realizó la jugada ganadora y yo buscaba con urgencia un látigo de siete colas para flagelarme, llegó una sorprendente oferta de tablas. Un salto por encima de la mesa para abrazar al contrario, que es más efectivo que darle la mano, selló el empate definitivo.
A mi vera, justo a la verita mía, Fran jugaba con negras contra Xoel Pérez y quedaba un poco raro en la apertura, pero parecía que no tendría demasiados problemas para igualar, o algo así, en caso de que el blanco no apretase mucho. El apretón no llegó y sí un rápido ofrecimiento de tablas que, con todas las partidas en juego y ninguna ventaja objetiva en el tablero, parecía muy decente de aceptar.
Manolo tuvo todo el tiempo ligera ventaja contra Walter López, con la duda muy razonable de que fuese a ser suficiente como para ganar. Entre fintas, amagos y maniobras en ambos flancos, se llegó a un interesante final, donde Manolo tuvo una oportunidad de invadir con el rey la posición rival, pero después de una dura lucha no vio clara la línea y prefirió no arriesgarse a perder. Quizás fue nuestra oportunidad más clara para haber logrado un punto entero en el match, pero trabajar toda la mañana antes de la partida tiene estas cosas (como puedo dar fe).
Y, por su parte, Alfonso jugó una complicada Siciliana cerrada, con negras, contra el fuerte Tone Pazos, que sigue progresando. La partida fue muy rica en temas estratégicos, y quizá se pudo sacar algo más en la apertura, pero poco a poco el ataque del blanco en el FR se iba adelantando al contrajuego del negro en el sector contrario. Pese a todo, y a la derrota final, la partida de Alfonso fue muy luchada y vendió carísima la piel, como tiene que ser. Nada que objetar al desempeño de nuestro jugador.
La larga sesión de 'análisis' posterior nos permitió ir conociendo los resultados de los rivales directos, que de momento no son demasiado perjudiciales. La ronda siguiente se antoja trascendental por cuanto nos enfrentamos a Alexandre Bóveda, equipo al que conocemos bien y al que vencimos en nuestro último enfrentamiento en DH, en el año 2003. Una derrota severa nos restaría posibilidades de permanencia, pero ¿alguien piensa en eso? (en la permanencia, no, leñe... en la derrota).