LIGA 2005 - 1ª JORNADA: Orense Wars: Casa da Xuventude 2,5 - ExA 3,5

El debut del equipo A, en su vuelta a División de Honor, trajo la primera victoria, que fue celebrada como se merecen estas ocasiones, dada su rareza... como somos los más chulos del barrio, nos volvimos a Coruña convencidos de que este año la montamos, por la irrefutable razón de que en la primera jornada igualamos el casillero de victorias de la última participación en DH. Si en vez de puntos contasen las fanfarronadas, Marcote y los demás jugarían por el subcampeonato, eso seguro...   

Como expertos estrategas que somos, el asedio al rival comenzó por una invasión por varios flancos: el grueso de las hordas avanzó desde el noroeste, aportando la más moderna tecnología rodada (el increíble ExAmóvil) e informática (la preparación sobre la marcha que tuvo que hacer alguno que saltó de la cama al coche). La carga se completó con la llegada del flamante general desde tierras orientales, quien contactó primero con el agente infiltrado y después con el resto de la tropa (qué palabra tan apropiada en estos casos...).

Una vez en el cuartel general enemigo, la batalla comenzó y todo eran preguntas sin responder: las prestaciones del ejército ante el primer episodio de una campaña muy dura; la moral insuflada por el nuevo general; cómo respondería un enemigo con menos efectivos que en anteriores batallas, pero siempre aguerrido y competente; qué efectos tendrían las nuevas reglas de combate; por qué las tarifas de la autopista son de lujo y la iluminación nocturna simplemente tercermundista... Desde el principio se vio que la confrontación iba a ser muy dura. En nuestros cálculos entraba una teórica pequeña ventaja en la segunda trinchera, y terribles luchas cuerpo a cuerpo en todas las demás. Sin embargo, fueron la 3 y la 6 (Manuel Vidal - Magic y Alfonso - Xoel Barreiros) las que se nos pusieron rápidamente con buena pinta. Las demás iban a ser luchas sin cuartel, aunque una de ellas (Alejandro de León - Chichi) tenía muchas chances de acabar en combate nulo, como finalmente sucedió. Ay, si en la quiniela se pillase tan fácil una X fija... (NOTA: imaginar aquí un icono del tipo "perro risitas" o similar)

Bueno, la batalla fue terrible y poco a poco comenzó a definirse. Este soldado conseguía la victoria, aprovechando en parte que una sección del enemigo tenía que librar una batalla futbolera al mismo tiempo y cinco plantas más abajo. Siempre pensamos que lo de las simultáneas eran otra cosa, pero bueno... Poco después el alférez Chichi terminaba como era de suponer (sí, sí, en tablas, muy bien) y el recluta Alfonso, con los azares propios de la fase de instrucción, aprovechaba una guardia baja de su rival para asestar la estocada definitiva y anotarse el punto.

Estábamos 0,5-2,5, pero las contiendas que quedaban no pintaban tan bien. El comandante Bodelón, por desgracia, comenzaba a sufrir los efectos de una desorganización en sus efectivos, así como la falta de tiempo para reagruparlos, ante Iago Prol. El capitán Fran (es que rima, no lo pude evitar) defendía con uñas y dientes un fuerte que comenzaba a verse asediado por Diego Vidal (ya podía haber sido más largo el partido de fútbol...), mientras el general Antonio, dando muestras de estar curtido en mil batallas, gobernaba con mano firme el timón a través de dos difíciles escollos: un complicado final de torres y un heroico Antonio Villar que estaba claro que pelearía hasta el último aliento.

Tomás fue el primero en hincar la rodilla, con su rey demasiado expuesto y la dama, pendona y casquivana la muy..., fuera de juego por demasiado tiempo. Como contrapartida, el general aseguraba la victoria en la batalla al imponerse con gran técnica en el final. Quedaba por decidirse la lucha de Fran, que parecía que se podría resistir, pero la presión del tiempo, un temible adversario con el que también habrá que lidiar, le hizo cometer demasiados errores y su contrario no perdonó. Quedaba de este modo configurado el marcador final: el Círculo Ferrolano espera, mientras ExA ya planea el siguiente combate...