Festival Internacional de Benidorm 2004. Ronda 1
Pues ya hemos conseguido que nos dejen debutar en el torneo, cumpliendo con el objetivo de no ser expulsados por impresentables en la primera ronda... aunque, como veréis, tampoco estuvimos demasiado lejos de ello. Vaya por delante que yo gané y Chema perdió, lo cual no tuvo nada que ver ni con la calidad de las partidas, ni con nuestros contrarios, sino que fue consecuencia directa de los diferentes planes de entrenamiento aplicados por la mañana: mientras Chema empleó parte de sus fuerzas en recorrer los andurriales próximos y ver algo del panorama circundante, un servidor se transmutó en máquina de dormir para recargar baterías, que falta hacía después de las dos jornadas anteriores. Y es que la experiencia es un grado (y la camita del hotel, un vicio).
Como las partidas empezaban ayer a las 18:30 (16:30 a partir de hoy) y la ronda no parecía tener demasiada prisa en darse a conocer, decidimos peinar los alrededores del hotel, con el objetivo prioritario de localizar un supermercado donde satisfacer nuestros vicios más inmediatos - y aquí cada uno debe ejercitar su imaginación -. Como nuestra religión nos prohíbe tener una sola jornada sin incidencias surrealistas, a la hora de iniciar la ronda habíamos hecho la compra, conseguido parking privado gratis, escuchado boleros, subido a un piso 11 - yo a pie - y poco menos que teníamos una oferta en firme para dedicarnos a la especulación inmobiliaria. Una sobremesa muy bien aprovechadita.
Se acercaban las 6 y media, y ambos teníamos en la cabeza que se nos olvidaba hacer algo... ¡ah, sí, la partida!, de modo que nos dirigimos al pedazo de hotel donde se celebra el torneo, saludamos al resto de la representación gallega, bastante nutrida, por cierto, con muchos coruñeses: Otero, Mazaira, Iván, Celestino Redondo... y procedimos a dar lustre a la inauguración con nuestra presencia, donde amablemente decidimos cederle el protagonismo al campeón mundial Kasimdzhanov, presentado por el mítico periodista Leontxo García. Tras unas palabras, el campeón concedió una breve sesión de fotos y autógrafos, de la que lamentamos no tener registro ya que nadie vino al bar a rogarnos que posáramos con él.
Bueno, y después de esto comenzaron por fin las partidas, casi a las 7 de la tarde. Como no podía ser de otra manera, dimos la nota ya en la primera jornada: este cronista y su rival, en una muestra sin par de sencillez y modestia (y despiste), nos sentamos en el tablero 40, como correspondía, pero en el torneo para jugadores sin Elo, y como nadie vino a sacarnos de nuestro error, pues allí echamos toda la partida. Huelga decir que los árbitros andaban histéricos, que los jugadores que tenían que estar en esa mesa no aparecieron hasta justo el momento más tenso de la partida, etc...
En cuanto a las partidas en sí, Chema no acertó con una continuación que le hubiese dado un juego muy libre en la apertura, respondiendo a 9.b4?! con 9...a5, y quedó inferior, sufriendo luego un ataque directo al rey que no pudo rechazar. Lo dicho, esto de madrugar me recuerda a aquella campaña de la DGT: "Las imprudencias se pagan"...
Mi partida fue bastante animada. Jugaba con un señor mayor, barcelonés él, y me dio por resucitar a la vieja Escandinava, ya que pensé "Aquí no me conoce ni Dios...", y pude volver a las luchas de capa y espada que tanto echaba de menos. Poco a poco conseguí dejar el rey de mi rival en el centro, sorprendiéndole con la dura 13...Ac5, y después los golpes 18..Ah5 y 20...Cxe4 abrieron las líneas necesarias para terminar el ataque. Una partida cómoda para comenzar el torneo, menos mal.
Por la noche inauguramos las cenas que nos tienen que guardar en el restaurante, ya que el horario europeo tiene estas cosas y a las 9 en punto se cierra todo. Me parece que a partir de ahora vamos a tener que tomar decisiones trascendentales a las 8 y media: jugar o cenar, esa es la cuestión. Menos mal que un EXA que se precie siempre tiene un as en la manga, una frase ingeniosa en la boca y comida y bebida en los bolsillos, de modo que Chema tiró de chorizos de la tierra y completamos debidamente el cenurrio. De todas estas barbaridades que os contamos existe un completo registro fotográfico que podréis disfrutar a nuestra vuelta (y prácticamente gratis).