Vandalismo Comparado
Ajedrez de Torneo de David Bronstein es un libro que genera una extraña unanimidad: su lectura es una experiencia única, y tiene algo de aventura iniciática. Así lo fue para mí también cuando lo leí siendo un adolescente, al poco de aprender a jugar al ajedrez. Parapetado en el asiento de atrás de un coche que por la A-6 se dirigía a Madrid, en donde mi familia iba a estar unos días de vacaciones, burlé el zafio espacio-tiempo para llegar a Zurich, en 1953, en dónde estaba a punto de comenzar un importante torneo de ajedrez, en el que se dilucidaba quién sería el aspirante al campeonato mundial.
Pronto perdí la cabeza y desde las primeras rondas devine hincha violento de Paul Keres y del propio David Bronstein, a los que jaleaba en silencio en cada una de sus partidas. Como cualquier otro hincha pronto localicé al “gran enemigo” al que odiar, fundamento de todo fanatismo: era Vassili Smyslov, que ganaba partida tras partida con una limpieza que no me entraba en la cabeza. Alrededor de la página trecientos ese odio fue mutando en un germen de admiración, cuando fui cayendo en la cuenta de que Vassili parecía ver más lejos también cuando la posición se hacía compleja.
A los pocos meses alguien en el Café Marfil hizo mención a otro libro de torneo dedicado al Candidatos de Zurich, escrito por Miguel Najdorf, y yo sentí injustificadamente que aquello era una estafa ¿Se le podía ocurrir a un escritor serio repetir el argumento del Ulises de Joyce, con otro estilo? ¿No había encontrado Najdorf otro torneo sobre el que escribir?
Lo cierto es que pasó más de una década hasta que en las estanterías de la biblioteca del club (en la parte legada por Fernando Prada) me encontré con 15 Aspirantes al Título Mundial, en una antigua edición argentina, con bonitas fotografías.
Podemos así echar un vistazo a una de las más conocidas partidas de aquel torneo, comparando los enfoques de Bronstein y Najdorf.
Averbaj-Kotov (Zurich, 1953) 1-d4,Cf6 2-c4,d6 3-Cc3,Cbd7 4-Cf3,e5 5-e4,Ae7 6-Ae2,0-0 7-0-0,c6 8-Dc2,Te8 9-Td1,Af8 10-Tb1,a5
En cuanto a la elección por Kotov de la poco habitual Defensa India Antigua, ambos comentaristas nos dan similar información, aunque Bronstein le supone a la elección de apertura una causa más intuitiva que analítica. Bronstein: “En la ronda anterior, Petrosian había conseguido una buena partida con negras en una defensa análoga, contra Kotov. En este torneo Kotov replicó habitualmente a 1-d4 con 1…d5, o bien con la defensa India de rey, pero en este juego hace uso de la idea de Petrosian y sin mayores precauciones la plantea ante Averbaj.
En la partida antes mencionada las blancas [jugaron] 6-g3 para fianchettar su alfil rey, pero aquí Averbaj [ha elegido] un modo distinto de desarrollo, con Ae2. Esto es coherente con el ulterior avance de los peones del flanco de dama, pero el plan sin embargo no llegará a su lógica conclusión.”
Najdorf: “Siempre se aprende más de las partidas perdidas o de las posiciones inferiores –allí donde se profundiza el análisis buscando la causa de la derrota o tratando de mejorar líneas de juego- que de todas las partidas ganadas juntas. Petrosian ya había jugado este planteo con las negras contra Kotov, y tanto le agradó a este último que después de prepararse convenientemente lo efectúa en esta partida, con bastante éxito por cierto.”
Pero volvamos a la posición del diagrama, que es arquetípica del sistema defensivo planteado. Ahora, Averbaj decide cerrar el centro (11-d5), una decisión que determina el carácter de la partida sin vuelta atrás. Es harto curioso la diametralmente opuesta reacción de los dos escritores a la jugada: donde Bronstein escribe 11-d5! Najdorf pone 11-d5?!
Bronstein: (!) “11-a3 no sería bueno aquí, ya que las negras cambiarían en el centro, presionando sobre ‘e4’ y más tarde avanzarían su peón ‘a’ para impedir ‘b2-b4’”
Najdorf: (?!) “Una decisión muy importante desde el punto de vista posicional. Ya que las negras tienen una posición cerrada, aunque sumamente sólida, y las blancas ventaja de espacio, quién sabe si le componía a Averbaj cerrar la posición como lo hace.
No se podía 11-a3 por 11…exd4 12-Cxd4,a4 y es claro que las blancas no pueden tomar el peón de torre a cambio de su peón central, pero a nuestro criterio era interesante 11-Ag5, reservándose la posibilidad de jugar ‘a2-a3’, y si 11…h6 12-Ah4,g5 13-Ag3 las negras debilitarían demasiado su posición.”
11-d5,Cc5 12-Ae3,Dc7 13-h3,Ad7 14-Tc1,g6 15-Cd2,Tb8 16-Cb3,Cxb3 17-Dxb3,c5 18-Rh2,Rh8 19-Dc2, Cg8 20-Ag4,Ch6 21-Axd7,Dxd7 22-Dd2,Cg8
Después de jugar 17…c5, Kotov ya ha decidido emprender acciones en el flanco de rey, mientras Averbaj no ha mostrado en qué zona pretende iniciar operaciones activas. En la posición del diagrama Kotov ha preparado ya 23…f5 y ante ello Averbaj juega la agresiva 23-g4.
La jugada 23-g4 es condenada por ambos comentaristas pero sugieren, sin embargo, diferentes alternativas.
Najdorf: “Un error psicológico. Muy a menudo el jugador que ve una amenaza (en este caso ‘…f5’) quiere defenderse de ella a tiempo, y en su precipitación incurre en mayores debilidades, de las que trata de evitar. ¡Pero la idea es siempre la misma: “no dar el gusto al adversario”!
En esta posición, Averbaj debía compensar la amenaza de 23…f5 tratando de contraatacar en el flanco de dama con ‘a3-Tb1-b4’. Por ejemplo: 23-a3,f5 24-f3, siguiendo el plan indicado.”
Bronstein: “Averbaj está jugando con dinamita. Ahora 23-f4 sería el doble de fuerte, pues con la textual [23-g4] las negras pueden elegir entre el cambio de cualquiera de los dos peones, mientras las blancas no pueden cambiar en ‘f5’ con ninguno de los suyos.”
23-g4,f5 24-f3,Ae7 25-Tg1,Tf8 26-Tf1,Tf7 27-gf5,gf5 28-Tg2,f4 29-Af2,Tf6 30-Ce2
En la posición del diagrama Kotov sacrifica su dama (30…Dxh3+) para atraer al rey hacia zona republicana. Entre los elogios, Bronstein se muestra mucho más emotivo y hasta trascendental. Bronstein: “Se considera generalmente que los requisitos para la creatividad en ajedrez son la lógica, el cálculo preciso de variantes, y la técnica, comprendiendo este último factor los conocimientos teóricos. Hay, sin embargo, un cuarto componente, quizás el más atractivo, aunque a menudo olvidado. Me refiero a la intuición, o si se prefiere, a la imaginación. A menudo nos encontramos en posiciones que no pueden evaluarse en base a principios generales, tales como debilidades de peones, columnas abiertas, mejor desarrollo, etc., ya que aquellas son desiguales en muchas áreas y no pueden medirse con precisión. Por parecidas razones, el cálculo de variantes no siempre puede ser asumido. Supongamos que las blancas disponen de seis o siete continuaciones diferentes y que las negras cuentan con cinco o seis respuestas posibles a cada una de ellas. No es difícil comprender que ni siquiera un genio puede calcular más allá de la cuarta jugada. Es entonces cuando entra en escena (o más bien impone su presencia en la escena) la intuición o la imaginación, lo que da lugar a las más hermosas combinaciones del arte del ajedrez, permitiendo a los ajedrecistas experimentar la alegría genuina de la creación.
No es cierto que el ajedrez imaginativo sea exclusivo patrimonio de los tiempos de Morphy, Anderssen o Chigorin y que hoy en día todo se base en el cálculo y los principios posicionales. Estoy convencido de que en las partidas que recibieron premios de belleza en este torneo no intervino el cálculo hasta el final de las variantes. La imaginación ha sido y sigue siendo uno de los pilares de la creatividad ajedrecística, de lo que constituye una vívida demostración lo que estamos a punto de ver.”
Najdorf: “[30…Dh3+ es] un hermoso y correcto sacrificio de dama, que pasará a engrosar la galería de las combinaciones brillantes. Sin duda, es una oportunidad excepcional, que raramente se presenta en un torneo entre tan grandes jugadores. Pero aunque hermoso, este sacrificio no es difícil, pues Kotov no pensó más de un instante antes de hacerlo; todas las jugadas siguientes de las blancas son obligadas, y aún quedando con dama de menos las negras no corren riesgos, pues en el peor de los casos tienen jaque perpetuo.
El lector podrá imaginarse el revuelo y los comentarios del público, cuando corrió la voz en la sala de juego: ‘¡Kotov sacrificó la dama por nada!’.”
30…Dxh3+ 31-Rxh3,Th6+ 32-Rg4,Cf6+ 33-Rf5
En esta fase de la partida Najdorf se limita a dar unas pocas variantes que dan fe de que las blancas, pese a la colosal ventaja material, están perdidas.
Bronstein: “Cuál conejo hipnotizado por una boa, el rey se encamina involuntariamente hacia el lugar de su muerte. Para entender la próxima fase de la partida, debemos tener presente que Kotov disponía de muy poco tiempo y, naturalmente, no quiere arruinar taln hermosa e infrecuente partida con una jugada irreflexiva. Decide, por consigiente, dar algunos jaques para llegar a la jugada 40, y aplazar la lucha. Que existen posibilidades de mate en la posición es incuestionable, y problabemente Kotov las vió esbozadas al efectuar su jugada 30.”
Bronstein, además, nos apunta la sugerencia de Stahlberg para la posición del diagrama: 33…Cg4, que hace la victoria más rápida al evitar la jugada defensiva ‘Tg5’. Es evidente que las blancas no podrían capturar el ‘Cg4’ pues seguiría 34…Tf8++. Así pues la partida podría haber seguido así: 33…Cg4! 34-Cxf4!,Tg8! 35-Ch5,Thg6! 36-Dg5!,Axg5 37-Rxg4,Axf4+ 38-Rh3,Txg2 39-Cxf4,exf4 y el final está ganado para las negras. 33…Cd7 34-Tg5,Tf8+ 35-Rg4,Cf6+ 36-Rf5, Cg8+ 37-Rg4,Cf6+ 38-Rf5,Cxd5+ 39-Rg4,Cf6+ 40-Rf5,Cg8+ 41-Rg4,Cf6+ 42-Rf5, Cg8+ 43-Rg4,Axg5 44-Rxg5,Tf7 45-Ah4,Tg6+ 46-Rh5,Tg7 47-Ag5,Txg5+ 48-Rh4,Cf6 49-Cg3,Txg3 50-Dxd6,T3g6 51-Db8+,Tg8 (1-0)
En la posición final de la partida, Averbaj debe perder su dama para evitar 52…Th6++. Dejemos que Najdorf y Bronstein echen ceremoniosamente el cierre.
Najdorf: “Una partida muy interesante con una hermosa combinación que se presentó de improviso y que pasará a la literatura ajedrecística del juego brillante.”
Bronstein: “Una magnífica partida, merecedora indudable del primer premio de belleza.”
