4ª ronda de 2ª división Grupo A: Grupo Bazán, 2.5 - Peña ExA, 1.5
Después de la visita a Ortigueira en la ronda anterior (sin la presencia del hijo pródigo en sus filas), en la que obtuvimos un resultado satisfactorio (
En nuestra alineación sólo un cambio con respecto a la temporada anterior: Miguel Mendoza en vez de Dani Figueiras en el tercer tablero. Yo repetía tablero: el segundo y Ángel Rey y Edu Rodríguez cambiaban totalmente de posición, como si (permitidme el símil futbolístico) los dos extremos cambiasen de banda para despistar al contrario: Ángel del 4 al 1 y Edu del 1 al 4 .
Ellos, por su parte, presentaban la alineación de gala: Miguel Ferro, Francisco Pérez, Vicente Ferreiro y Eusebio Bustabad (esta vez no hubo duelo ortegano!).
En el primer tablero, Ferro y Ángel jugaron una rara Larsen en la que, poco a poco, el negro fue estando mejor. En el medio juego, después de varias escaramuzas tácticas, Ángel ganó el alfil negro de las blancas lo que hacía pensar que el punto sería pronto nuestro. Pero, poco después, en una posición aguda pero fácilmente controlable, optó por la única continuación perdedora. Y, después de varias jugadas más, abandonó.
En el segundo tablero, ya en plena apertura, y después de una mala elección de Francisco Pérez, conseguí ventaja que, paulatinamente fui incrementando. Ya en pleno medio juego opté por el sacrificio de mi peón h para atacar el enroque corto del negro. Y justo después de la aceptación del sacrificio, y ante una mala retirada de dama del negro, dejé pasar el sacrificio ganador de mi caballo en f6. Sacrificio que vi una vez hecha la jugada sustituta. Me costó tiempo de mi reloj sobreponerme: Me comían los demonios por dentro por haber dejado pasar la continuación ganadora. Tanto que, como hizo San Pedro negando a Jesuscristo (Dios!!!, como estaba yo por dentro), dejé pasar la victoria hasta tres veces. La segunda, y siguiente a la ya comentada, fue justo en la jugada siguiente (sí, sí..la que meditaba entre juramentos). Esta vez la continuación no era tan evidente: No sólo había que sacrificar el caballo en f6 sino también la torre en g7 y la partida tendría un broche final rápido y brillante. Y la tercera fue después de que sacrificase mi caballito en h7 (después de su paso por g5). En el análisis post mortem, Francisco Pérez me comentó que cazaba su dama (y la partida). Yo en cambio me entretuve en calcular una variante más larga en la que, con otro sacrificio temporal de alfil, compensaba calidad y lograba posición ventajosa por el caballo sacrificado. Y, después de negar tres veces la victoria, fue, precisamente, la variante que jugué. Entramos, ya en apuros de tiempo para ambos bandos (por debajo del minuto), en el final resultante en el que la calidad y una clavada de alfil compensaba con creces mi pieza de menos. Todo hay que decirlo: la cosa ya no estaba tan clara y, con los apuros de tiempo, menos. Opté por repetir jugadas y repartir el punto. Sólo faltaba, para completar la tarde, perder el punto entero.
En el tercer tablero, Mendoza pronto se encontró con el sacrificio temporal de Ferreiro en f7. Pero, un retraso considerable en el desarrollo del blanco, hizo que el peón y la pérdida del enroque, no fuese determinante. De todas formas era necesario un juego muy preciso ya que su rey estaba en pelotas. Y precisamente eso fue lo que no pasó, varias jugadas después cometió una imprecisión que le dio alas al blanco. Ferreiro con caballo y dama encontró una continuación ganadora que les dio otro punto al Grupo Bazán.
En el cuarto tablero, Edu y Bustabad jugaron una partida dominada por las maniobras. Una posición cerrada que le daba ventaja al negro debido, sobretodo al alfil de casillas blancas de Edu . Era un peón más del enroque. Como siempre, Edu se cargó de reloj hasta la temeridad (menos de 2 minutos contra media hora). Y en una posición en la que, como máximo podría aspirar a unas tablas muy trabajadas, encontró un plan curiosísimo que incluía una puesta en escena de las dos torres a través de la tercera fila. Está claro que a este muchacho los apuros lo inspiran y, con la ayuda del rival (todo hay que decirlo), poco a poco mejoró la posición hasta conseguir que Bustabad perdiese por tiempo (paradojas de la vida). Así, mientras Francisco Pérez y yo estábamos inmersos en el final, apurados de tiempo, cayó el primer punto a nuestro favor que, al final, con mis tablitas, completaron el resultado final de 2.5 a 1.5 a favor del Grupo Bazán.