10ª RONDA LIGA 2006 (2ª División): GRUPO BAZÁN A 1 - Peña ExA 3
Parece que encontramos la senda de la victoria y justo a tiempo. Si la semana pasada ganamos a un rival directo, el A. Bóveda B, por la mínima, esta ronda lo hicimos contra el “hasta entonces” segundo clasificado, el Grupo Bazán A y con un resultado solvente. El 3 a 1 a nuestro favor, casi, nos asegura la permanencia.
Nos fuimos de excursión a la ciudad departamental Edu, Fustes, Figueiras y Ángel. Y digo de excursión porque, en un primer momento, nos personamos en la “Casa do Xadrez”, lugar de encuentro de “CASI” todos los equipos de Ferrol, buscando nuestro rincón de juego. Allí mismo nos enteramos que el Grupo Bazán tiene su propio local de juego y que nuestro viaje aún no había terminado.
Después de "brujulear" por la zona de Esteiro primero en coche y poco después a pie, encontramos nuestro destino a las 17,15. Allí nos esperaban pacientemente nuestros anfitriones Francisco José Pérez, Eusebio Bustabad, Juan Rodríguez y Ana Alvariño.
La falta de su primer tablero habitual (Miguel Angel Ferro Jove), propició que en el segundo tablero hubiera una lucha “fraticida”. Los dos orteganos del encuentro, Eusebio (que, por cierto, estuvo ligado a los orígenes de nuestro club tal como se recoge en el artículo “La prehistoria del club” que se encuentra en la sección Historia del club) y yo nos enfrentamos. Fue nuestra segunda partida oficial en 20 años (la primera partida la jugamos en un torneo realizado en Cariño en el que, por cierto, quedamos Eusebio primero y yo segundo). Al final, el resultado fue el mismo que entonces, “tablitas”.
El encuentro empezó a decidirse en el tercer y cuarto tablero. Juan Rodríguez y Figueiras jugaron “polo libro” hasta la jugada 18, entraron pronto en el final y el blanco ofreció tablas que, previa consulta, Figueiras rechazó. La consigna era clara, teníamos que conseguir el máximo de puntos.
Mientras en el cuarto tablero Ana Alvariño ofrecía tablas a Ángel en la jugada 15. Evidentemente el blanco las rechazó. La partida siguió bastante igualada pero a medida que Ana se iba cargando de reloj fue quedando peor.
En el segundo tablero, yo logré ventaja en la apertura pero en el medio juego, después de varios cambios, opté por el doblaje de torres en la columna abierta “d” (quizás el paso de una torre a h3 era mejor opción). Esto posibilitó el cambio de las torres y que entráramos en un final tablífero donde el negro, incluso, tenía mejor alfil. Ofrecí tablas que Eusebio rechazó. Viendo como pintaban las cosas para su equipo, decidió seguir.
El primer punto en decidirse fue en el tercer tablero, repartiéndose entre los dos equipos. Llegaron a un final de peones que ninguno de los dos podía forzar so pena de perderlo.
En el cuarto tablero, Ángel fue incrementando su ventaja hasta transformarla en decisiva: un caballo enterito. Desde ese momento, Ana, que se encontraba en apuros, jugó al toque hasta que, ante la amenaza de mate, decidió abandonar. El segundo punto en juego ya era nuestro.
Poco después, Eusebio, pese a intentarlo, comprobó que la posición no daba para más y ofreció tablas que acepté. 2 a 1 era el resultado parcial. Como mínimo, teníamos un buen resultado: el empate.
Pero el encuentro aún nos iba a ofrecer la mejor versión de Edu. En el primer tablero, las espadas estaban en todo lo alto: Se encontraban en un final de alfil contra caballo con peones en ambos flancos. Nuestro primer tablero, como es habitual en él, se encontraba en serios apuros de tiempo. La apertura le hizo consumir mucho reloj, pero salió airoso de esta fase. En el medio juego, casi inexistente, cambiaron piezas hasta entrar en el mencionado final.
Esta vez Edu, tal como ya nos tenía acostumbrados el año pasado, jugó con gran tranquilidad y técnica por debajo del minuto (incluso del medio minuto), durante, aproximadamente, media hora. Francisco José, en una posición con posibilidades de tablas, empezó a notar la presión: primero perdió la ventaja de tiempo (jugando los dos por debajo del minuto), ofreció tablas poco después que fueron rápidamente rechazadas y, cuando ya la pérdida de los peones del flanco de rey era inevitable, abandonó. Así el resultado final definitivo fue de 3 a 1 a nuestro favor. La victoria más holgada llegó en un buen momento, dándonos la tranquilidad necesaria para afrontar el final de liga.