2ª RONDA LIGA 2006 (1ª División): El equipo cantó línea

     En el primer desplazamiento de la Liga, el 'A-Team' viajó hasta Lugo, donde conseguimos una ajustada victoria por 1'5-2'5 frente al Círculo de las Artes 'B' en un encuentro plagado de anécdotas, como casi siempre que ponemos en marcha nuestros sagrados traseros. Aunque fuimos con intención de sacar un poco más, el resultado no puede calificarse de inmerecido, pues el match resultó muy igualado y con partidas de gran lucha, que tuvieron alternativas e interés hasta el final. Podemos resumirlo en que el equipo no llegó a cantar bingo (véase la explicación más abajo) y se quedó en línea, que seguramente no esté nada mal. Lo importante es sumar.

   La jornada se hizo muy larga para el arriba firmante, que preparó intensamente la partida en las primeras horas del día (o sea, desde las 0:00 en adelante...) en diversas salas de análisis de la rica hostelería coruñesa. Tras el trabajo nocturno, una vez analizadas  numerosas variantes, las escasas horas de descanso dieron lugar a un estado físico que, siendo generosos, podría calificarse como sencillamente lamentable. Vaya desde esta tribuna mi pública disculpa al equipo y la promesa de ser buenecito de ahora en adelante. Como atenuante, hay que señalar que al menos fui capaz de perturbar el sueño de algún jugador de equipos rivales a base de telecomunicaciones improcedentes. Algo es algo.

     Mientras todo esto sucedía, el equipo, ajeno a las 'viciositudes' de su primer tablero, se reunía en el punto de partida habitual, donde pudieron comprobar de primera mano que, si bien yo ya me hallaba de nuevo en el mundo de los vivos, mi petición angustiosa de té y poleo-menta delataba las huellas del crimen. El amigo Manolo, perro viejo en este tipo de temas, lanzaba por primera vez una frase que repetiría -MUCHO- a lo largo de la tarde: 'Pero mira que te lo dije...'.

     Una vez que comprobamos que Dani Pousada (más conocido a partir de ahora como 'El niño', tal y como su propia vestimenta aseguraba) venía con nosotros y no había tomado la autovía con su nuevo vehículo, pues allá que nos pusimos en marcha. Terrores pasados en alguna experiencia anterior nos hicieron llenar bien llenito el depósito antes de salir; en venganza, el coche nos dejó medio tirados a la vuelta, cuando tuvimos que llegar a Coruña con un par de marchas de menos... pero bueno, para eso ponen tantas en los coches, ¿no?

     Ya llegados a Lugo, y tras encontrar aparcamiento al toque, lo que siempre es complicado en esas tierras, nos dispusimos a enfrentarnos a los muchachos del Círculo. El equipo que nos esperaba era duro, con Edu Braña, Rubén Vázquez y Carlos García, más Diego Flórez en el cuarto tablero, y desde el principio se vio que el encuentro iba a ser muy peleado. En los tableros de blancas nos plantearon sendos Cf3 y g3, y en el cuarto tablero apareció la sólida defensa Philidor. Tan sólo Fran y Rubén se dedicaron a cosas decentes como Dragones y similares.

     A partir de este momento, es obligatorio dividir la crónica de las partidas en dos fases muy diferenciadas: en la primera, hasta las 6 y media o 7 de la tarde, la ronda no tuvo nada de especial, más allá de la creciente acumulación de señoras de edad avanzada en las salas contiguas, lo que no hacía presagiar nada bueno para nuestra concentración. Sin embargo, poco a poco comenzó a elevarse el volumen de las voces, y frases de ánimo como 'Y estos qué hacen aquí' empezaron a llegar -cada muy poco- a nuestros castos oídos.

     Muy poquito después, coincidiendo con la salida a escena de las barajas, quedó claro que las condiciones de juego no iban a variar para mejor y que teníamos sólo dos alternativas. Sin embargo, un vistazo al rostro de nuestros contrarios bastó para dejar claro que aquello les incomodaba tanto o más que a nosotros, así que los ocho seguimos jugando como buenamente se pudo. El máximo de surrealismo se alcanzó un rato más tarde, cuando aparecieron los cartones de bingo y la megafonía comenzó a funcionar a todo volumen... Ya de vuelta a casa, dos malvados jugadores se lamentaban amargamente de no haber grabado un audio para colgar acompañando a lo que hubiese sido la crónica del año. Otra vez será.

     Entre tanto, las partidas siguieron su curso, y poco a poco Manolo, que había logrado una gran minutada de ventaja sobre Carlos García, fue inclinando la suya de su lado. Esto contribuyó a darnos seguridad, ya que entre lo complicado de las otras tres, el calvario que estaba pasando 'El niño' y el que empezaba yo a ver venir, y el efecto perturbador del 'veintiocho, dos-ocho', pues aquello no pintaba como demasiado bien... Afortunadamente, Dani, que había comenzando la liga ganando una partida que fue muy elogiada por todos, demostró que es un competidor como la copa de un pino. Quedó totalmente perdido, tras haber podido sentenciar, contra un fuerte jugador como Diego Flórez, y apretó los dientes hasta lograr forzar varios errores de su contrario y arañar unas tablas magníficas. Lección de coraje y de superación la del Niño. Que cunda el ejemplo.

     Mientras Dani peleaba como un jabato, en mi tablero se empezaban a notar los efectos de la dura lucha: tras salir cómodo de la apertura y lograr una iniciativa prometedora, las complicaciones llevaron a una posición muy difícil de manejar que requería un extra de energía; energía que, por desgracia, no era lo que me sobraba a esas horas... Hasta tal punto fue así que, en una posición que aún admitía juego, tras haber pasado lo peor, me dejé caer la bandera para realizar un cambio de damas forzado. Mea culpa.

     La partida que decidió el match fue la de Fran, que estuvo equilibrada, con interesantes complicaciones, hasta llegar a un final de caballo contra alfil en el que el activo rey del de ExA fue decisivo. Gran tesón el de Fran, que rechazó por dos veces las tablas para buscar sus opciones ganadoras y al final llevarse el gato al agua.

     Y bueno, el resto transcurrió sin demasiada novedad: una vez que rescatamos a Manolo de las garras de la camarera del Círculo (o viceversa, ya no me acuerdo bien...), pusimos proa a la sala de análisis oficial del club, o séase el Ríos, donde, tras la mencionada vendetta del ExA-móvil, nos encontramos, muy a nuestro pesar, con el equipo B, que venía de Ferrol. Pero esa historia que os la cuenten ellos...