IV ABIERTO INT. CONCELLO DE ORTIGUEIRA (y 2)
El sábado 20 finalizó el abierto del Ayuntamiento de Ortigueira con gran éxito de participación y organización. Ganó el checo Tomás Oral, completando el cuadro de honor Vladimir Petkov 2º y Vladimir Dimitrov 3º (si queréis conocer toda la clasificación lo podéis hacer en la web del torneo: xadrezortigueira.org).
Mi actuación fue discreta pero razonablemente buena, 50% de los puntos y un bloquecito FIDE, teniendo en cuenta además que, desde la liga, fue el único torneo que he disputado.
Retomando mi anterior crónica hablaré de mis tres últimas rondas. En la séptima, perdí con Pablo Fdez. Borrego una partida que debería finalizar en tablas. Pero el “niño”, con ventaja de tiempo: 15 minutos contra 5, decidió especular contra mis apuros y al final después de 4 horas y 40 minutos de partida logró el punto completo.
En la octava, me enfrenté contra el amigo Antonio Castro Caaveiro de As Pontes (gran actuación en el torneo de rápidas: entre tanto mi y gm suelto, quedó cuarto). La gané por mate móvil: le sonó el móvil en el transcurso de la partida y, según la actual normativa, es motivo de pérdida de partida. Decir ante todo que me parece una norma injusta por lo radical de la sanción. Creo que debería haber aviso y, a la segunda, partida perdida. De hecho, me limité a esperar acontecimientos y no intervine en el suceso. Fue el árbitro principal quien indagó y tomó la decisión el solito después de haberle preguntado a Antonio si el móvil que había sonado era el suyo. Hablando de ajedrez, la posición era igualada en la jugada 15 (momento del mate móvil) y podía pasar cualquier cosa.
En la última ronda, a las 9:30 de la mañana (debería estar prohibido jugar al ajedrez por las mañanas), me enfrenté a Petra Valickova. Durante casi toda la partida tuve ventaja que se me antojaba decisiva. Dominio absoluto de la única columna abierta, su alfil: un trozo de madera detrás de sus peones, el mío: dueño absoluto de la diagonal h1-a8. Pero la chica se defendió muy bien, yo no supe rematar la faena o las dos cosas. Incluso, cuando ya no veía como meterle el diente (a la partida!!, en que estabais pensando) , ofrecí tablas que Petra rechazó (quería seguir mareando la perdiz!!). Al cabo de 10 jugadas más, fue ella quien las ofreció (una final de alfiles, aunque el suyo, como ya comenté antes, era un peón más). Estuve a punto de rechazárselas pero la posición no daba para más y acepté el reparto del punto.
Debo decir para finalizar que, a pesar de que al principio me encontraba raro jugando en mi pueblo, me gustó mucho participar en este torneo y, si puedo, el año que viene lo haré de nuevo.