Torneo de rápidas LA SILLA COLORADA

El pasado día 17 de mayo, Día das Letras Galegas, se disputó en el bar ‘La silla colorada’ de La Coruña, nueva sala de análisis EXA, un fuerte torneo de partidas blitz (de 5 minutos, hombre), que contó con la participación de 26 jugadores, entre los que figuraban 11 con Elo FIDE, así como representación de diversos clubes de la delegación coruñesa e incluso algunos jugadores no federados que disfrutaron enormemente con la competición. Sin embargo, lo más destacable fue la potentísima parte alta del cuadro para un torneo de estas características, con la presencia del Gran Maestro Aleksa Strikovic, el Maestro FIDE y bicampeón gallego Carlos Permuy y los fuertes jugadores lucenses Pedro Zurano, Adolfo Díaz y Borja Vega, así como destacados especialistas de ritmos rápidos como Walter López o José Fernández Otero y representantes del ajedrez coruñés como Óscar de Prado, aparte de ‘representantes’ de sabe Dios qué como Alfredo de la Fuente o Manolo Arias. Hay que recordar que el torneo era promocional y no contaba con premios en metálico aparte del 50%, 30% y 20% de la recaudación de las inscripciones.

                Al final de las 9 rondas, resultó vencedor inapelable (y pelín abusón) el GM Strikovic, que sumó la totalidad de los puntos y fue escoltado por los números 2 y 3 del ranking, Carlos Permuy y Pedro Zurano, con 7 y 6’5 puntos respectivamente. Pero, más allá de la clasificación, el protagonista principal del evento fue sin duda el excepcional ambiente vivido en el transcurso del mismo, del que dan fe las fotos que acompañamos.

Dentro de este ‘torneo’ alternativo (el principal, para algunos) destacó sin dudarlo la... ejem... figura de Diego Soto, el hermano de Alfonso, que desde su entrada en el local anunció sus intenciones al grito de ‘Yo quiero jugar con ése’, señalando MUY directamente a un estupefacto Carlos Permuy que no recordaba conocer de nada a semejante energúmeno, lo cual provocó unos segundos muy divertidos que finalizaron cuando Carlos por fin reconoció a Diego, muy a su pesar, y todo volvió a la normalidad. Hay que reconocer que la actuación de Diego, jugador no federado, fue sobresaliente, y entre bravuconadas muy del estilo EXA –todo se pega menos la hermosura, está visto- y copazos de poción mágica al estilo Obélix durante todo el torneo, pues consiguió ni más ni menos que 4 puntos, derrotando a Chema (esto ya está dejando de ser noticia) y a Luis Delgado, fuerte jugador de SaFa, y teniendo contra las cuerdas a un Magic al que se le vio enfundar trabuco y antifaz al levantarse del tablero. Merecido aplauso para el animador del torneo, que cerró el mismo con la siguiente ‘crónica’ cuando fue felicitado al respecto: “Soy un crack, y menos mal que no jugué con el Strikovic ese...”. El día que juegue con las piezas la mitad que con la boca, GM en cuatro patadas.

                La actuación del resto de la expedición vikinga fue irregular, con Magic y Manolo jugando a rachas y matándose en la 7ª ronda por ocupar un puesto decente. La bolita cayó del lado del que suscribe, que tras firmar la primera partida decentilla contra Walter López en la penúltima, tuvo contra las cuerdas a Strikovic en la última, que se ganaba en una (en la posición de la foto, …Txd5!). La excusa de que tenía 20 segundos (a ojo) contra 4 minutos no basta; cachis la mar… otra vez será (esperemos). Manolo, entre tanto, perdía contra Otero en la última y caía hasta el noveno puesto, mientras Alfonso enganchaba al final la racha buena y alcanzaba el vagón de los 6 puntos, acabando en sexto lugar. Muy buen torneo de Juan Carlos Siso, con 4 puntitos que debieron ser al menos 5, ya que tuvo ventaja más que decisiva en la partida que nos enfrentó, decidida al fin por banderazo; y aceptable para Chema, al que el ritmo no le va demasiado, Ángel y Edu, que tuvieron contrarios de notable entidad.

Toda una tarde en familia que tuvo su colofón en la entrega de premios, en la que ‘La silla colorada’ repartió unos trofeos muy especiales que fueron abiertamente festejados por todos: un jamón y una botella de buen vino para cada uno de los tres primeros clasificados. Sin duda fue la guinda para una excelente tarde donde todos los asistentes disfrutamos del ajedrez a la vieja usanza, sin un mínimo incidente y con la mayoría de los jugadores aplicando la variante ‘Hoy no me puedo levantar’, o séase, bebiendo, fumando y sin parar de reír…