LIGA 2005 - 11ª JORNADA: ExA 2'5 - Kárpov 3'5
La última ronda de Liga era para nuestro equipo de División de Honor una batalla a muerte, una auténtica final en la que se decidiría la permanencia o el descenso después de una temporada realmente atípica, en la que se vio el estreno de un nuevo ritmo de juego, así como numerosas incidencias ‘de despacho’ (de las que nos ocuparemos próximamente en un extenso informe) que hacen que a día de hoy no se sepa aún qué equipos descenderán definitivamente; cuando menos, una situación peculiar que también pretendemos analizar en futuros artículos. La pregunta incómoda surge sola: ¿es beneficioso que los equipos no sepan con qué resultado cumplen sus objetivos en la última ronda? ¿O, aún peor, que el resultado necesario pueda variar después de haberse jugado las partidas...?.
Volviendo a la dramática ronda final, recordemos que nos enfrentábamos al Kárpov de Pontevedra, un fuerte equipo que, tras asomarse al descenso durante toda la temporada, en las rondas precedentes había enderezado el rumbo y se presentaba dispuesto a asegurar los 2,5 puntos que le darían la salvación. Por nuestra parte, los cálculos más optimistas hablaban de que podría bastar una victoria por la mínima para mantener la categoría (al menos, en la semana previa al encuentro, antes de las ‘incidencias de despacho’ mencionadas, que pueden consultarse en http://www.fegaxa.com/resolucion0605.pdf . Aunque dependíamos de nosotros mismos en caso de lograr un 4,5 o más, se suponía que íbamos a ‘jugar’ también en otros dos encuentros decisivos: el Bóveda-Casa da Xuventude, donde nos convenía un marcador equilibrado, y el Caranza-Breogán, en el cual nuestros intereses iban paralelos con los del equipo grovense.
Las alineaciones que se vieron en EXA la tarde del 16 de abril fueron las siguientes:
EXA: Antonio Magno, Tomás, Magic, Fran, Manolo y Alfonso.
KÁRPOV: Manuel P. Fungueiro, Diego Piay, Manuel Conde, Mauro Piay, J. Antonio Sardina y Alberto Eyo.
Las primeras escaramuzas dieron como resultado un panorama prometedor: ligera ventaja de Antonio, equilibrio en las partidas de Manolo y mía y juego incierto en las de Alfonso, Fran y Tomás, esta última con un peón de ventaja de esos que no se suelen comer a no ser que te llames Fritz... ¡o La Roca!.
Como tenía que ser, la tensión fue aumentando de modo gradual a medida que se consumían los minutos de un match con tanta importancia, pero, pese a todo, las perspectivas seguían siendo buenas en el medio juego: Antonio mantenía una sólida iniciativa contra Fungueiro en una partida llena de posibilidades tácticas; aparte, los célebres apuros de tiempo de Manuel se hicieron esta vez terribles, con una diferencia de tiempos en el reloj que llegó a oscilar en torno a una hora entera.
En el segundo tablero, Tomás intentaba consolidar su peón de más, mientras su rival, lógicamente, procuraba que no lo consolidase y lo hacía en el estilo imaginativo y arriesgado habitual en él; mientras tanto, mi partida derivaba hacia una posición con el centro bloqueado en la que sería necesario lograr iniciativa en el FR a fin de mantener atadas a las piezas de mi rival, por causa de un peón blanco extremadamente débil en ‘a4’.
En los tableros de abajo, también buenas vibraciones: Fran conseguía un excelente contrajuego ante un ataque un poco apresurado de su rival y, a pesar de la escasez de tiempo que siempre acompaña a nuestro jugador, lograba rematar con un bonito golpe táctico para anotar el 1-0. No hay que decir que el profeta que llevaba dos meses diciéndole que iba a ganar en la última ronda no cabía por las puertas...
Por último, Manolo y Sardina porfiaban en los recovecos de un Gambito de Dama, en el que el jugador de Pontevedra escogió un plan muy incisivo, buscando ataque directo con pocas piezas contra el enroque de Manolo. Por unas jugadas parecía que el ataque iba a ser peligroso, pero enseguida se vio que el blanco lograría neutralizarlo con un mínimo de precisión; y Alfonso comenzaba a sacudirse el dominio de Alberto Eyo, en otra partida de ataque en flancos opuestos pero donde las accesibles debilidades del FD blanco parecían buen punto de partida para el contraataque del de EXA.
Fue casi el último momento de optimismo, ya que las cosas iban a empezar a torcerse muy pronto. Antes de ello, con Fungueiro al límite del reloj, el gran Antonio no aflojó su presión hasta forzarle al abandono. 2-0, aunque quedaban las posiciones más inciertas, ya que mi partida iba tomando mal cariz entre mis imprecisiones y el excelente juego de Manuel Conde, pero nos bastaba con 2 puntos, quizás 1’5, en las cuatro partidas restantes. La hecatombe parecía lejana...
...pero llegó. Casi al mismo tiempo que Manolo firmaba tablas en su partida, Alfonso tenía que abandonar la suya debido a un grave error en posición, según comentó después, totalmente ganada. Mi derrota parecía ya segura, aguantando por inercia una posición de las dolorosas, y cuando pude levantarme para echar un ojo a la trascendental partida de Tomás, esta ya estaba también perdida, a causa de otro error grave en los apuros. El milagro que necesitábamos era exageradamente grande, y por supuesto no se produjo, con lo que se confirmó el descenso del equipo a la Primera División. Nos queda el buen cuerpo de haber estado con oportunidades hasta literalmente la última partida, y eso también cuenta, y mucho. Para despedir la temporada con buen cuerpo, a continuación celebramos una de nuestras cenas pantagruélicas en la 'sala de análisis' habitual. Seguro que más pronto que tarde estaremos otra vez en la máxima categoría del ajedrez gallego.